Si
alguna vez ha tenido el antojo de comerse un helado de pistacho, tenga la
certeza de que volverá a tenerlo. Es que ese sabor y textura de un helado con
ese fruto seco, no se compara con nada.
Como aperitivo también es irremplazable y casi mejor
que el infaltable maní.
Gracias a un estudio denominado, Cancer
Chemoprevention With Nuts, publicado en la
revista Journal of
the National Cancer Institute, ya no
tendrá remordimiento de comerse helados de pistacho más seguido o aprovechar
para entretenerse su estómago con ellos.
Según la investigación existiría una relación entre el
consumo regular de frutos secos como los pistachos y una reducción del riesgo
de desarrollar cáncer como el de colon, páncreas, el de ovarios en caso de
mujeres y de próstata en los hombres.
Los
expertos Marco Falasca, Ilaria Casari y Tania Maffucci de la Escuela de
Medicina y Odontología de la Universidad Queen Mary han llegado a establecer
una relación inversa entre el consumo de estos frutos secos y la muerte por
cáncer.
Estos
hallazgos estarían relacionados con los componentes antioxidantes y
anti-inflamatorios, así como una gama de fitoquímicos, vitaminas y
micronutrientes de las nueces en general y de los pistachos en particular.
No
obstante, el profesor Marco Falasca reconoció que se requiere más apoyo para
continuar con la investigación del mecanismo de acción y encontrar una
correlación directa. Mientras tanto, hay que incluir preventivamente a los
frutos secos en nuestra dieta.
Estas
investigaciones resultan pertinentes en un contexto donde el cáncer avanza
irremediablemente y según las cifras de la Organización Mundial de la Salud
(OMS), en 2012 había 14 millones de casos de cáncer diagnosticados y 8,2
millones de personas murieron ese mismo año a causa de dicha enfermedad.
Además, se estima que el 40% de los casos son consecuencia de hábitos poco
saludables de estilo de vida.
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