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Salud: Consejos para reducir el colesterol



El colesterol es un esterol (lípido) que se encuentra en los tejidos corporales y en el plasma sanguíneo de los vertebrados y quesuele presentarse en altas concentraciones en el hígado, médula espinal, páncreas y cerebro.

Existen dos tipos de colesterol: la lipoproteína de baja densidad o colesterol LDL (el malo),que cuando es elevada en la sangre tiene consecuencias perjudiciales para la salud como la acumulación de placa que estrecha las arterias coronarias. Y la lipoproteína de alta densidad o colesterol HDL (el bueno), necesario en pequeñas cantidades para crear la membrana plasmática que regula la entrada y salida de sustancias en la célula.

La placa es una sustancia que puede amenazar el suministro de sangre al corazón, cerebro, piernas o riñones, lo que conduciría a un ataque cardiaco, ictus e incluso la muerte.

Pero ¿cómo reducir los niveles de colesterol malo? Un equipo de cardiología preventiva del Instituto Cardiaco y Vascular de la Familia Sydell y Arnold Miller elaboró un artículo en el que menciona 10 consejos para bajar el colesterol a través de la dieta y el ejercicio.





Reduce el consumo de grasas animales
Olvídate de las carnes procesadas como el chorizo, salami o la mortadela y de los cortes grasos de carnes rojas como res, ternera, cerdo y cordero. Además, quítale la piel al pollo y pavo. Evita los lácteos grasos enteros como leche, queso, nata, crema de queso o mantequilla. Estos alimentos contienen grasa saturada y colesterol, ambos asociados con niveles altos de colesterol en sangre y acumulación de la placa.

Hazte amigo de la fibra
Incluye en tu dieta más alimentos ricos en fibra soluble. En los intestinos, la fibra soluble se puede unir a la bilis, que está hecha de colesterol, y eliminarlo. Puedes encontrar fibra soluble en copos de avena, semillas de lino, psilio, cebada o legumbres, frutas y vegetales de raíz, además de los cereales integrales.

Haz tu dieta más vegetal
Al menos una vez a la semana no comas carne. Sustituye la proteína animal (vaca, cerdo, pescado, huevos, queso) por una proteína de origen vegetal como lentejas, tofu o quinua, las cuales puedes comer en ensalada, sopa o revueltos para disminuir el consumo de grasa saturada y aumentar la ingesta de fibra.

Piensa en los hidratos de carbono
Seguir una dieta baja en carbohidratos puede ayudar a perder peso y reducir los factores de riesgo cardiovascular. Consume hidratos de carbono altos en fibra como avena, cereales integrales, lentejas y fruta. La clave es tener en cuenta las raciones y no tomar más de una taza de cereal y/o fruta con las comidas.

Pierde peso
Perder peso ayuda a reducir el colesterol malo e incluso una pérdida moderada en la báscula, de unos 4 o 8 kilogramos, puede tener impacto en los niveles de colesterol.

Muévete más
Realiza ejercicio cardiovascular al menos durante 90 minutos para una salud cardiaca óptima y para perder peso. El ejercicio cardiovascular es cualquier actividad que emplea los músculos grandes de forma repetitiva y aumenta la tasa cardiaca. Piensa en caminar, hacer bicicleta, el remo, la natación y las cintas para caminar.

Busca tu nivel de ejercicio óptimo
Lo ideal es un nivel moderado de ejercicio que te permita mantener una conversación mientras lo realizas pero que no te deje cantar. El ejercicio de alta intensidad, más difícil, es el mejor para elevar el colesterol bueno, aunque también aumenta el riesgo de lesiones.

Convierte el ejercicio en un hábito
Haz ejercicio de forma regular y tus niveles de triglicéridos descenderán. Los triglicéridos son el único lípido del perfil de colesterol que se emplea como energía.

Cambia tus rutinas de ejercicios
Prueba diferentes ejercicios para mantenerte motivado, movilizar otros grupos de músculos y reducir el riesgo de lesiones por un uso excesivo y disfrutar de la actividad física.

Aprovecha la tecnología
Muchas apps pueden proporcionarte información sobre cómo realizar ejercicios. Otros dispositivos como los monitores de la tasa cardíaca, los podómetros y otros similares pueden ayudarte a planificar tus ejercicios y ayudarte con la motivación. Los especialistas de la institución americana advierten de que si se padece una enfermedad cardiaca se hace necesario consultar con el médico antes de comenzar un programa de ejercicio.