Es
muy importante exfoliarnos a menudo para que nuestra piel se vea más brillante,
lisa y sin durezas, lo que se conoce como “una piel radiante”, y es que todo el
mundo querría tenerla perfecta y sin ninguna impureza.
Para
tal fin existe una gran variedad de exfoliantes en el mercado, pero, como todos
los productos fabricados en industrias, estos exfoliantes llevan algunos
componentes que podrían afectar a nuestra piel, como conservantes, aditivos
químicos y demás excipientes. Hmm, no suena bien, ¿Cierto?
Aquí enseñaremos diferentes recetas para crear
vuestros propios exfoliantes caseros de una forma económica y sencilla.
Recordad
que las mezclas que vamos a hacer deben estar en un recipiente de vidrio o
plástico, ya que el metal podría interactuar con alguno de los ingredientes que
pongamos y crear alguna reacción que no queremos.
En
cuanto a su preparación y para removerlo, utilizaremos una cuchara, bien
de madera o de plástico
·
Exfoliante de leche y avena:
Para
este exfoliante mezclaremos en un recipiente:
3
cucharadas de leche en polvo (se puede cambiar por la misma cantidad de leche
fresca),
Media
taza de avena
Una
cucharadita de maicena.
Removemos
bien hasta incorporar la mezcla, y posteriormente dejamos reposar un
minuto. Esta es una exfoliación muy ligera, especialmente
indicada para aquellas personas con la piel sensible.
·
Exfoliante de azúcar moreno:
Este
es uno de los exfoliantes mas barato y sencillo, pues solo necesitaremos:
Un
par de cucharadas de body milk o manteca hidratante.
La
misma cantidad de azúcar moreno.
Podemos
cambiar el body milk por aceite de oliva, miel, aceite de coco o aceite de
almendras dulces, hay para todos los gustos, ¡Prueba distintas combinaciones y
mira cuál te gusta más! La exfoliación de esta mezcla es un poco más
fuerte que la anterior, pero sigue siendo bastante suavecilla.
·
Exfoliante de miel y avena:
Para
esta mezcla necesitaremos:
Media
taza de avena
Una
cucharada de miel.
Esta
mezcla es apta para exfoliar también el rostro, y su modo de aplicación es muy
simple: Después de aplicarla con un ligero masaje, la dejaremos actuar por unos
10 minutos aproximadamente. ¿Por qué? Básicamente porque, gracias a la miel en
la mezcla, obtendremos una hidratación óptima de nuestro cutis.
·
Exfoliante de limón:
Este
exfoliante es también muy fácil de preparar, para ello necesitaremos los
siguientes ingredientes:
La
ralladura de la piel de un limón (también se puede usar naranja),
Harina
de almendra (se puede sustituir por coco rallado),
Jabón
líquido y
Miel.
Aunque
a priori esta mezcla no pueda parecer muy normal (y lo entiendo, no suena
muy lógico) es una mascarilla que les encantará. Al igual que con la anterior, la se deja unos
minutos sobre la piel para que la miel la hidrate y tengas el cutis de seda
que tanto anhelas.
·
Exfoliante
de playa:
También
se le podría llamar “exfoliante de emergencia”, y es que esta es una buena
opción si estás de viaje en la playa y te has olvidado el exfoliante en
casa. Basta con coger un envase y mezclar
body milk con arena de mar. Debemos evitar la arena que esté sucia,
naturalmente. ¡Eso sí! Es importante especial cuidado con la
piel sensible, ya que esta mezcla exfolia con fuerza.
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